En La Jungla Del Amazonas Reanudando el asunto de mi encuentro con vuestro padre en Manaosh que como ya dije fue en 1892, hemos tomado la resolución de seguir los negocios de Iquitos a mayor escala. Para ella dividimos las 8.000 libras que teníamos en existencia, dejando 4.000 en el Pará y trayendo 4.000 a Tanger. 2.000 de ellas las llevaría vuestro padre a Manchester para hacer compras y las otras dos dejarlas en Tanger. Vuestro padre regresó a Tanger con el propósito de seguir inmediatamente a Manchester, y yo habiendo liquidado mis negocios en Teffé y Jurua abandonando casi todo lo que nos debían, me dirigí a Iquitos a esperar que vuestro padre principiara a mandarme las mercancías. No teníamos ningún conocimiento en Manchester, pero mi padre que era muy amigo del señor Yahia Benassayaj, este señor era una persona muy buena y pariente de mi madre, y que representaba en Tanger y todo Marruecos la firma de Henri de Manchester, le pidió una recomendación para dicha casa de Henri para que le abriera un crédito entregándole las 2.000 libras que llevaba. Cuando fuí a Iquitos poco o ninguma mercancía nos quedaba en la casa que cerró vuestro padre para ir a Manaos cuando se enteró de mi naufragio, pero con el dinero que teníamos en Para y para no perder tiempo, fuí comprando en Pará productos brasileros como sea farinha y otros artículos; un negocio un poco modesto y que algunos como socios de la casa "Marius y Levy" se burlaban de mí y me decían que estaba haciendo negocios magnosos, y otro un francés me dice que el día que llegaran mis mercancías que serían tantas que habría que poner policías para cuidarlas. Yo sufría todas estas burlas y esperaba. El tiempo pasaba y hacían como 6 meses que no recibía ninguna mercancía remitida por vuestro padre. Entonces resolví regresar al Pará para telegrafiarle a Tanger, puesto que en Iquitos ni en Manaos había telégrafo, para saber qué era la tardanza de mandarme los géneros. Su respuesta telegráfica fue que no había seguido a Inglaterra a causa del divorcio de Sol mi hermana que yo ignoraba completamente y sólo sabía que estaba casándose. Entónces resolví embarcarme para Tanger y el día siguiente tomé el vapor "Lanfrank"; éste es el mismo nombre del vapor donde embarqué de Lisboa en 1879, pero ya es un barco nuevo, moderno y de mucho tonelaje. Al llegar a Tanger le hice apresurar a vuestro padre para que siguiera a Inglaterra con las cartas que llevaba de Benassayag. Me quedé 3 meses en Tanger y regresé a Iquitos apalabrado. Vuestro padre no regresé más al Brasil desde 1892 y nosotros principiamos nuestro negocio de nuevo a una escala más importante. Ahora, os relataré cómo la Providencia castiga la burla y la soberbia de que fuí objeto de parte de la casa colosal de Marius y Levy. Esta casa que tenía un capital de 12 millones de francos de ese tiempo, que equivalía a medio millón de libras aproximadamente, tenía casa en Paris, Manaos e Iquitos, con el correr de los años suspendió pagos y tuve la satisfacción de protestarle una letra de 760 libras que me había dado sobre Londres. Además, algunos años después que nuestro negocio ya estaba en su apogeo, en una sola semana llegaron 3 vapores al puerto de Iquitos con grandes cargamentos de mercancías para nuestra casa. Uno de ellos de Liverpool que hacía escala en Hamburgo, Havre, Amberes y Lisboa. Y otro del Pará y Manaos; de todos estos puertos desembarcaban géneros para nosotros, de Dinamarca, Suecia, España, etc. Y fue tal la cantidad de mercancías, que nuestros almacenes no podían contenerlas y como ciertos artículos como licores etc, no entran en aduanas los tuvimos a la intemperie por una noche hasta buscar alamacenes; aquí viene a cumplirse lo dicho en burla de ese francés de la casa Marius, que tenía que poner policía para cuidar tanta mercancía como recibíamos y efectivamente tuve que pedir por esa noche 2 policías que cuidáran las mercancías. Estas memorias, están principiadas a |